Un ejército de hormigas recorría su estómago, provocándole un intenso e incómodo cosquilleo. El sueño comenzaba a apoderarse de él, aunque sus párpados continuaban abiertos, atentos a cualquier movimiento extraño o sombra sospechosa tras la puerta. Llevaba una hora acostado, desde las 10, incorporándose nervioso cada vez que oía un ruido. No podían escaparse, tenía que verlos...
Comenzó a repasar mentalmente, con la avidez y el desorden propios de un cerebro de 7 años, todas las tareas: "Umm, sí, he colocado los vasos de leche y las galletas debajo del árbol, ...envié la carta hace meses y sólo les pedi dos cosas, porque los camellos vienen muy cargados y aunque son magos, dice la Abuela, que no es bueno abusar... Cachis!!! El pienso.... MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMÁ!!!!"
- ¿Que ocurre, Pedro, pero aún no te has dormido??? Mira que así no van a venir... -
- Bueno, tranquilo, ya me ocupo yo, anda tú duerme...-
- Y pon agua también, que igual tienen sed -
- Síiiiiiiiiii, hala, a dormir-
Más tranquilo, retomó su ejercicio de repaso mental "vale, ya está el pienso... y yo me he portado bien, bueno, igual he dicho alguna "mintirijilla", pero...-bostezo- ha sido sin querer, como cuando le dije a la Abuela que las cerezas del cubo se las habían comido los tordos... -nuevo bostezo, los párpados comienzan a pesar en exceso- o cuando le dije a mamá que el jarrón se cayó solo... o cuando le dije a la maestra..." Pese a sus múltiples esfuerzos, finalmente, y cómo no podía ser de otro modo, cayó rendido en brazos de Morfeo.
Se despertó tarde, cansado, parecía como si hubiese estado días durmiendo. "Ay Dios, no puede ser!!! Otra vez se me han vuelto a escapar... ¿A que no me han dejado nada..?." Saltó de la cama y corrió hacia el salón. Uff, sí, allí, debajo del árbol, aún quedaban restos de galletas y algo de leche en los vasos... "no tendrían mucha sed... como visitan tantas casas..." Los camellos sí se habían bebido todo el agua, "claro, tan cargados como van..."
Ahhh, y allí estaban los regalos... para mamá, para papá y sí, allí ponía "P-E-D-R-O", con letras bien gordas... Se disponía a abrir el paquete, cuando de pronto se fijó en el espejo que había frente a él... Algo le llamó la atención, tanto, que dejó el regalo y se acercó despacito hasta el cristal. Se puso frente al espejo y observó atónito. Sí, no había ninguna duda, en su frente había una mancha, como las que le dejaba la tía Paqui cuando le daba un beso... pero de color negro... Se acercó más aún al espejo, se quedó unos segundos quieto y corrió a la habitación de sus padres...
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PAPAAAAAAAAAAAAAÁ!!!!! -
-¿Qué ocurre Pedro??? ¿Ya has visto los regalos???-
- NOOOOOOOOO- El niño se llevó el dedo índice a la frente - ¡¡¡¡MIRA, el rey Baltasar me ha dado un beso!!! -
Su padre esbozó una sonrisa, recordó la quemadura en el dedo gordo que se había provocado la noche anterior, al tiznar el corcho de la botella de champán con el mechero, y pensó "¡Bendita inocencia!!!, espero que aún tarde un poco en descubrir que los Reyes Magos... no destiñen...".
NOTA: Es mi forma de desearos a tod@s una muy FELIZ NAVIDAD!!! y de daros las GRACIAS por este 2010, que ha supusto mi estreno en la blogosfera. Os sigo viendo en 2011, porque como ya avancé, estos meses ando un poco ajetreada... Ah!!! La historia se la dedico especialmente a cuatro amigos, porque fueron sus recuerdos de críos y la charla junto al fuego hace unos días la que inspiró el relato. Me pareció taaaaaaaaaan tierno, que no me he resistido a contarlo.
Bendita inocencia... Que bonito era levantarse el seis de enero y encontrar la mesa de la cocina adornada y con los regalos soñados...
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas, Carzum
Madame, muchas gracias por el regalo de este relato, que nos devuelve tan tiernos recuerdos, y muy felices fiestas.
ResponderEliminarBisous
Qué bonito cuento Carzum, me ha encantado. Ojalá la inocencia e ilusión que tenemos de niños la conserváramos de mayores. Fue genial compartir nuestros recuerdos al calor de la chimenea. Un beso gordo y Felices fiestas!!
ResponderEliminarMe ha encantado, porque todos hemos sentido ese ejercito de hormigas... pero sobre todo, disfrutar de la tarde junto a la chimenea, que sabéis que me encanta. Por cierto, otro día, cuando haga mejor tiempo, prometo que pasearé mucho más....
ResponderEliminarGracias, Feliz Navidad y besos.
Gracias Carzum...Preciosa felicitación... Yo también he sentido el ejercito de hormigas,mio y el de "mis niños"...Recuerdo cuando "los reyes" se quedaban armando los click de Famobil y vigilando por si se oian pasos...
ResponderEliminar¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!.Para tí y todos tus seguidores.
Ha sido un placer encontrarte.
Un beso.Laura
Fermín, qué alegría!!! Sí, jeje, conste que yo sigo experimentando los nervios previos al día de Reyes... Feliz Navidad para ti también. Fuerte abrazo ;-)
ResponderEliminarIgualmente Madame, abrazos ;-)
Gracias, Gema, me alegra que os haya gustado. Sin vosotros hubiera sido imposible escribirlo... Abrazos ;-)
jeje, gracias, Jaime, sí, fue fantástico, habrá que repetir. Ah! Y te tomo la palabra, en lo del paseo, digo. Abrazos ;-)
Gracias a ti, Laura, para mi también ha sido un placer. Abrazos ;-)
Preciosa la historia como todas las tuyas con las que nos deleitas en tu blog. Esperemos y deseamos que el 2011 te sea un año super especial y que nos sigas deleitando con tan lindos relatos.
ResponderEliminarFeliz Navidad y prospero año 2011.
Un cordial saludo.
Muy tierno el relato. Como felicitación no podía estar mejor.
ResponderEliminarFelices fiestas también para ti y que el año próximo venga cargado de buenos proyectos, felicidad y mucha salud.
:) me ha encantado Carzum.
ResponderEliminarFelices fiestas y un abrazo gooooordo!
Muchas gracias, JL, e igualmente para ti. Abrazos ;-)
ResponderEliminarEso espero Cayetano, gracias y Feliz entrada y salida de año!!!. Abrazos ;-)
Gracias, Arena, me alegro de que te haya gustado. Enooooooooooooorme abrazo para ti también.;-)
Me ha encantado el relato, Carzum, porque me ha recordado a mi misma colocando la coca-cola para los Reyes Magos. Sí, así de golosos y modernos eran para mí los magos. ¿Te imaginas a Melchor bebiendo coca-cola con sus barbas bolancas? Pues yo se ve que sí. Y cuando me despertaba a la mañana siguiente cada vaso amanecía con un nivel diferente. Siempre Baltasar se bebía la coca-cola entera y los demás dejaban algo.
ResponderEliminarBesos y feliz navidad
Que bonito, que bonito, que bonito :). Muchas gracias, Carzum, muy feliz Navidad y que alegría haberte encontrado. Te mando un abraaaaaaaaaaaazo de los que casi hacen daño. Feliz Navidad
ResponderEliminarOye, los reyes no destiñen, ni se arrugan, ni engordan como el borracho de Santa Claus...pero yo creo que Melchor se dopa ,Carzum, porque sino no se explica que un viejo blanco llegue siempre primero que un joven negro...ahí hay gato encerrado ;)
Besos
Gracias Carzum por tan estupendo relato, que sensibilidad la tuya hija, me das una envidia.
ResponderEliminarUn abrazo y muchos recuerdos para Carlos.
Creo que es con lo que más disfruta uno viendo los gritos de sorpresa y nerviosismo de esos alborozados niños,ellos disfrutan, pero creo que los que estamos viéndolos disfrutamos tanto o más que ellos.
ResponderEliminarUn acertado realato en la hora y el tiempo
Te leeré mañana, es tardísimo...
ResponderEliminarMiles de besicos murcianos para ti...y felicidades para todos los días del año.
Precioso relato de la inocencia infantil,asi teniamos que ser siempre un poco inocentes.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas en compañia de tu familia.
Nos seguiremos leyendo el 2011 y compartiendo este espacio
jeje, qué bueno, Carmen... lo de la coca-cola, digo, yo casi siempre les dejaba un poquito de coñac además de la leche... por si tenían frío... Abrazos ;-)
ResponderEliminarjeje, tienes razón, Alma, algo raro hay... igual es el próximo implicado en la operación "Galgo", jeje. Enooooooooooooooooorme abrazo para ti también, guapa! ;-)
jeje, gracias, Tejón, igualmente para, Mila. En este caso, debo decir, que la inspiración vino de mis amigos... sin ellos no creo que se me hubiese ocurrido. Me han dicho que hoy lo leerán en la radio y que me pasarán el enlace... Así pues, ya os contaré. Abrazos y FELICES FIESTAS!!! ;-)
Sí, jeje, tienes razón, José, aunque yo, debo confesar, que sigo siendo como un niño y me encaaaaaaaaaaaaaaanta esconder los regalos, comprarlos... Ya sabes, todo. Abrazos ;-)
Graciasm, Cabopá, no problem. Ahí seguirá el cuento, por un tiempo... Fuerte abrazo ;-)
Pues sí, JManuel, a veces no nos vendría mal un poco más de inocencia. Fuerte abrazo y Feliz entrada y salida de año!!! ;-)
Ahora todos esos nervios los vivimos con nuestra hija,que cuando se levanta se oyen los gritos a "cienes" de kilometros.
ResponderEliminarAbrazos.
Es un relato precioso y lleno de ternura. Mis niñas son así y te hacen preguntas parecidas y te llena de espiritu de navidad que uno va perdiendo cada año por la edad y preocupaciones.
ResponderEliminarMuchas felicidades para ti, tu marido, familia, amigos, vecinos de Foldada y todos los demás.
Aquí seguiremos, con más ilusión si cabe.
Feliz Navidad.
Un abrazo.
Sí, Fosi, y debe ser fántastico oírla, jeje. Abrazos y a disfrutar del griterío!!! ;-)
ResponderEliminarGraaaaaaaaaaaacias, Lito. Ahí seguiremos, ciberviéndonos y ciberpaseando por Cantabria, sus playas y rincones en 2011. Abrazos y Felices Fiestas!!! ;-)
Si es que cuando se descubre el pastel ya no es lo mísmo... Bendita inocencia...
ResponderEliminarAprovecho para felicitaros estas fiestas navideñas a todos los que nos seguimos por aquí. Un bratzo!
En estas fechas tan entrañables que la armonía, paz y felicidad entren en tu casa.
ResponderEliminar¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Un abrazo.
Gracias Carzum, preciosa historia que me recuerda cuando le conté a mi hija quién eran los Reyes Magos en verdad. Lo hice en agosto, cuando diciembre aún queda muy lejano, y lo hice porque me daba miedo su inocencia e ingenuidad de diez años, cuando casi todos los niños, no sólo tienen sospechas, saben a ciencia cierta que los reyes son los padres; en un acto de sobreproteges de un "trauma" a mi NIÑA. En fin, un beso fuerte y gracias por el regalo. (No esperaba menos de ti, ja,ja)
ResponderEliminar¡Felices fiestas, Carzum! Yo he tenido en estos días la ocasión de "ver" toda esta ternura en directo... y no se paga con nada.
ResponderEliminarUn abrazo
¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!!
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí, Sergio, quién volviera a ser niño!!!- por un rato- Abrazos ;-)
ResponderEliminarGracias Ricardo, igual. Abrazos ;-)
Gracias y de nada, Marce, a ver si, poco a poco, me voy poniendo al día con la blogosfera... Abrazos ;-)
Ya me imagino, Xibelius, debe ser genial. A ver si se me logra... Abrazos ;-)
Gracias Laura e igualmente. Fuerte abrazo ;-)
BELLÍSIMO CARZUM...
ResponderEliminarYA PUEDES IR PREPARANDO HISTORIAS TAN BELLAS COMO ESTAS PARA LA PROLE, NO TE ASUSTES NIÑA, TODO A SU TIEMPO LLEGA, LOS ABRAZO NIÑOS
Precioso relato, en el que me reafirmo más en que debemos seguir siendo inocentes, ingenuos, para obtener y regalar bondad. Volveré a leer otras historias y otras verdades. Desde el sur más llano de España, mis saludos a las montañas recónditas del norte.
ResponderEliminarPrecioso relato. FELIZ AÑO.
ResponderEliminarGracias Abu, me alegro de que le haya gustado y sí, a ver si hay suerte y para 2012 tengo a quién contarle mis cuentos. Abrazos ;-)
ResponderEliminarMuchas gracias Paco, por el comentario y por pasarte. Bienvenido y abrazos ;-)
Gracias, Carlos e igualmente. Abrazos ;-)
Acabo de encontrar tu bitácora y hoy es como si me hubiésen hecho un regalo encantado ¡!
ResponderEliminarMuchas gracias, Routero, encantada de tenerte por aquí. Me alegro de que te guste este pequeño rinconcito en el ciberespacio... Aunque últimamente, esté un poco abandonado, aún así, siempre es grato recibir y conocer nuevos amigos. Abrazos ;-)
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