Últimamente ando un poco "liadilla" y tengo algo descuidada la blogosfera. Además, creo que las musas me han abandonado. Por suerte, Tais ha decidido recuperar su rinconcito y continuar con sus relatos. Hoy nos ofrece un paseo literario hasta el roblón. Las fotos las hemos hecho esta misma tarde Carlos y una servidora (C+C). Qué lo disfrutéis!!! Ah! y si queréis ver alguna imagen más, podéis pinchar aquí.
Rocío, una de los jóvenes del pueblo, se encontraba dando un paseo a sus perros por los caminos próximos. De cuando en cuando tenía que llamar a sus chuchos para que no corrieran al oír los ladridos de los corzos, tan sólo esto la devolvía a la realidad, pues no hacía otra cosa que dar vueltas al extraño suceso del campanario. Ya había pasado una semana y no había vuelto a haber indicios de aquella sombra. Era principio de otoño y el monte comenzaba a transformarse con colores cálidos antes de que el invierno lo alcanzara. Los robles ya estaban tirando la bellota y las hojas se habían vuelto entre amarillo, y las hojas del campanario eran verdes…Además los pétalos de rosa eran de rosa silvestre y ese arbusto floraba en junio ¿Cómo había llegado allí aquello?
Decidió internarse en el monte, el sol de la tarde se colaba por las ramas de los árboles resaltando los colores de los espinos, con sus últimos frutos enganchados aún a sus ramas, el suelo cubierto de bellotas y hojas de dónde se veían sobresalir setas producidas por las lluvias del otoño y el calor del suelo. Aquel paisaje resultaba cuando menos exuberante, había abundancia de comida y de belleza, el agua volvía a correr por los arroyos y los animales aprovechaban antes de que el invierno se presentase con todo su rigor. En su caminata llegó al “roblón” un inmenso roble que vigila el pueblo desde una orilla lo vio nacer y crecer hasta hoy.
Años ha fueron setas adheridas al tronco, ahora forman parte de él, son "verrugas" tan duras como la madera del roble
Texto: Tais / Fotos: C+C
Que voy a decir, que siga, que siga.
ResponderEliminarEl anciano roble es precioso, lo de los hongos no tiene buena pinta, los hay que secan los árboles.
Un abrazo.
Madame, vuelve aquella historia del campanario y la sombra, y ademas vuelve usted! Me encanta esta serie de relatos, y se la echaba de menos a usted por aqui. Espero que no sean ocupaciones desagradables las que la mantienen alejada.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Tú lo que pasa es que te gusta cantar eso de "pero las musas han pasao de mi/ estarán de vacaciones" pero yo no te creo, sabes? Tampoco se lo creo nunca a él
ResponderEliminarA ver si Thais nos cuenta pronto que pasaba con los pétalos. Besos para todos.
No se si alguien se habrá fijado pero... viendo la foto del roble en la que está el perro pastor alemán(volviendo atrás) yo he visto dos caras de dos ramas, me han parecido que susurran algo a la vez que miran al animal!! a veces veo cosas donde no las hay ;)
ResponderEliminarUn abrazo Carzum
Si, en verdad se debe dar gracias a la naturaleza por ofrecernos estas maravillas de arboles,lastima que enfermen y nadie haga algo para evitarlo,creo que la verlo vosotros algo haréis.
ResponderEliminarSaludos
Hola señora Carzum, que ya debemos ser más consecuentes en las formas de tratar a nuestras amistades virtuales.
ResponderEliminarHabiendo expresado esta premisa sigo con mi comentario.
Soy católico pero no estoy estancado en la antigüedad y si adaptado a la exigencias de la evolutiva sociedad.
Y, me explico, siempre estaré de acuerdo que existen unas circunstancias, mal que nos pesen a los que deseamos proteger siempre al más débil, que contemplen y tengan la exigencia de practicar la interrupción.
También estoy de acuerdo que primero se deben de poner todos los medios al alcance de las personas para no tener que caer en la disyuntiva de la interrupción de una vida.
Referente al tabaco he sido fumador y como tal sé que he molestado, por lo que no me molesta y debo aguantar al que fuma.
Es encantador que se enrolle, en su siempre agradable visita, y si quiere escriba un libro.
Un saludo
¡Muy corto!,jajaja,estaba esperando con impaciencia la continuación,espero que a Tais no le hayan abandonado las musas.
ResponderEliminarGanas tengo de llevar a la niña a ver el roblón.
Abrazos para las dos...venga va...y tambien para el fotografo.
¿que te han abandonado las musas? ¡Ha-ha! (leasé con entonación de los Simpsons) Me gusta mucho
ResponderEliminarAbrazos.
Ah, y por cierto: tiene bastantes coincidencias con la entrada que estoy terminando y espero colgar en breve!
Precioso Arbol,que bonito.Muy buen relato suponga que tendra continuacion?
ResponderEliminarLos duendes o las musas de la inspiracion ya vendran nos pasa a todos.
Un abrazo
El roble viejo me ha recordado por un momento el poema de Machado "A un olmo seco", al que milagrosamente le brotaron unas hojas verdes...
ResponderEliminarCurioso lo de la seta metamorfoseada en "verruga" dura como una piedra.
Un saludo.
Tranquilo, Tejón, en principio y a simple vista el árbol goza de una salud espléndida. En cuanto a los hongos, sí, tienes razón, por eso hablaba yo de verrugas en sentido metafórico. De todos modos,sólo le he visto un par de ellas, así que espero que sea capaz de aguantarlas, al menos otros mil o dos mil años, jeje. Abrazos ;-)
ResponderEliminarjiji, me has "pillao" Alma, si es que me encanta...qué le voy a hacer!!! Es más una cuestión de tiempo que de las pobres Musas, pero sí es verdad que últimamente andan un poco despistadillas. Besotes ;-)
Hola Arena, si te digo la verdad, ni siquiera yo me había fijado, pero ahora que lo dices, tienes toda la razón del mundo, ¿en las ramas de detrás, verdad??? El bosque es lo que tiene, purita magia ;-) Abrazos
Hola José!!! jeje, gracias por tu comprensión, por lo que leo, al final, nuestros puntos de vista son muy muy similares. Abrazos ;-)
Ainss Fosi!! Ahora que lo mencionas, me he acordado de que aún no os hemos explicado cómo se llega al roblón. Me lo anoto para un próximo post. Ah! Y si vienes, por favor, avisa... Abrazos ;-)
jeje, me han abandonado a mí Xibelius, no a Tais, jeje, por suerte. Pero vamos, que como bien decía Alma, es más una cuestión de parafrasear a un ídolo... y quejarse una un poco del escaso tiempo que le queda últimamente... Abrazos ;-)
Umm, eso espero J. Manuel, y el tiempo también. Abrazos ;-)
Parece que han vuelto las musas... Espero que se no demore mucho la historia y Rocío nos aclare pronto el misterio.
ResponderEliminarLa foto primera del roblón es preciosa.
Buen fin de semana.
Un beso
Sí, tienes razón Cayetano, a mí también me recordó a Machado la primera vez que lo vi en vivo y en directo... aunque en este caso sea un roble... Abrazos ;-)
ResponderEliminarJeje, Laura, el relato es de Tais, a quien las musas, por suerte, siguen acompañando. Yo, por mi parte, continuo incentivando a las mías a ver si reaparecen pronto. Me alegro de que te haya gustado la primera foto, lo cierto es que las ramas de otros robles más jóvenes, cubiertas de helechos o barbas de San Antón, semejan el marco de un cuadro. Abrazos ;-)
Por aquí no hay robles de ese tamaño, ni de otros
ResponderEliminarQué preciosidad de árbol, me encantan esos a los que se les puede abrazar entre varias personas, me suena a cuento de tradición oral...
Bonita historia relatada...
El poema sí está pensado, lo que no está pensado es como ni cuando lo voy a publicar...depende muchas veces del estado de ánimo...
Querida periodista palentina,un día tengo que ir por esa tierra, que desconozco profundamente,sólo por Geografía...
Besicos
Ah, te acabo de incluir en mi lista de "me gusta visitar", no sé porque no lo había hecho antes...
ResponderEliminarmás besicos.
Hola Carzum. A Tais parece que le gusta hacernos desear la continuación de la historia.La esperamos.Tus musas puede que estén todavía en Costa Rica. Ya llegarán. Un abrazo.
ResponderEliminarPues yo creo que las musas van cogiditas de tu mano.
ResponderEliminarUn relato ciertamente hermoso, palicable a otras parte de la geografía española. Posee un toque de misterio y de milagro que nos recuerda a lo legendario, a las narraciones que contaban los ancianos a la luz de la lumbre en otros tiempos.
ResponderEliminar¿Dices que has perdido a las Musas? Lo mismo se han ido de vacaciones. Cuando vuelvan ya verás cómo vuelve la inspiración.
Besos
Gracias Cabopá, es todo un honor, jeje, en cuanto a la visita te aseguro que merece la pena, y mucho. Abrazos ;-)
ResponderEliminarJeje, pues no lo había pensado, Lito, pero igual tienes razón, estarán aún con el yet lag, jeje. Abrazos ;-)
Gracias Carlos, si lo dices por el relato es de Tais, mis musas, bueno... igual van cogidas de la mano y me están apretando tan fuerte que no me dejan pensar... jeje. No, es broma. Abrazos ;-)
Jeje, seguro Carmen. Un abrazo ;-)
Me alegro que os guste! una está orgullosa de su pueblo, y gusta presumir de él, que le vamos a hacer. Y perdón por el retraso pero como estuvimos de boda, pues eso que el tiempo se fue.
ResponderEliminarEn breve enviaré a Carmen la siguiente entrega de la historia, por que aquí sigo persiguiendo sombras con el teclado de mi ordenador, hasta pronto!!!