domingo, 24 de octubre de 2010

Retratos de antaño: Huebra de otoño


Vista de la iglesia de Foldada, al atardecer, desde el monte

Hoy las campanas han dejado de sonar. El ruido de coches, fábricas, tractores, bares, sirenas, discotecas... las ha dejado mudas o no... Quizá, sólo quizá, somos nosotros quienes nos hemos quedado sordos... Quienes no sabemos escuchar. Antaño las campanas servían en pueblos y ciudades para dar aviso de la proximidad de una tormenta, para llamar a incendio o a huebra, para informar del nacimiento de un niño o de una niña, para llorar a un muerto... 

Por eso, el retrato de hoy, comienza con el tañer de una campana.


Campanario de la iglesia de Foldada

Tam, tam, tam. Corría el mes de octubre. Apenas eran las siete de la mañana. En lo alto del campanario, el sacristán, siguiendo las instrucciones del alguacil, tocaba a huebra. En casa, la Tía Paca daba la última vuelta a la segunda tortilla de patata, hecha con seis huevos, de aquella mañana. "Justo a tiempo", pensó al oír la llamada. 

Extendió un paño sobre la mesa, colocó sobre él un trozo de papel de estraza y dispuso allí la primera tortilla. Otro trozo de papel y, rematando, la segunda tortilla. Cogió las cuatro esquinas del paño, las anudó a modo de serillo, y lo colocó en una cesta de mimbre, junto a un tarrito con el primer dulce de membrillo del año, un pan, y medio queso de oveja. 

Se colocó el pañuelo negro sobre la cabeza, agarró la cesta y marchó a hacia la plaza. La Tía Paca, era la única mujer que acudía a todas las huebras. A diferencia de las demás, ella no tenía que pagar la cuota, por ir en sustitución del marido. Bastante desgracia tenía ya. Junto al carro, tirado por dos bueyes, una decena de hombres provistos de hachas, serruchos y botas de vino y dos o tres mujeres que, como la Tía Paca, iban cargadas con cestas o serillos. Todos habían acudido a la llamada de la huebra de octubre. Tocaba aprovisionar las casas de leña para el invierno. Dejaron las herramientas y la comida en el carro y a pie, poco a poco, en lo que el sol se desperazaba tras las cumbres, llegaron al monte. 


El trabajo estaba bien distribuido, los hombres se encargaron de cortar la leña y desbrozar el monte y, mientras, las mujeres fueron apilando los troncos y las ramas, formando haces o gavillas. Así, hasta la hora del almuerzo, en torno a las doce del mediodía. Siempre había alguien que daba la voz de alarma, "hala, se acabó por hoy, a comer, que ya es hora" - o algo similar-. Tiraron una manta, o un par de ellas, sobre la hierba y allí se tumbaron todos, alrededor de las viandas: tortillas, queso, chorizo, tocino e incluso una caldereta de cordero, buen vino y de postre: pastas, membrillo y dulce de leche. 

Concluido el trabajo, bajaron los haces y las gavillas hasta el carro y retornaron al pueblo cantando. Ya por la tarde, efectuaron el sorteo de los lotes. La Tía Paca, por ser mujer y sola, siempre se conformaba con el más pequeño. A ella, le era suficiente para pasar el invierno. 


Uno de los vecinos, Toño, hace unos días, junto al pilero de leña, recién cortada


Nota: Octubre sigue siendo en Foldada, el mes de preparación del invierno, quien más, quien menos, busca llenar la panera de leña. Ya no se convoca a huebra, aunque esta fórmula sigue utilizándose, ya sin toque de campana, al menos una vez al año, para limpiar pilones y desbrozar cunetas. Por cierto, que aquí también hablan de la huebra y es, precisamente, la foto de Piedad, la que ha inspirado este "retrato". ;-)

26 comentarios:

  1. Carzum, que bien habría ambientado la huebra alguna de las maravillosas fotos de Piedad Isla. ¿verdad?. Un beso

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  2. Pues sí, Marce, de hecho, su foto de la huebra, ha sido mi inspiración para este relato. Fuerte abrazo ;-)

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  3. Pienso que la huebra es lo que aqui llamamos xestaferia,en Asturias,es una pena lo de las campanas siempre es bonito oirlas.
    Un abrazo Carzum y aprovecha a cojer mucha leña que el invierno va a venir crudo

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  4. Hoy, he aprendido una cosa que no sabía,tampoco conocía el termino,"huebra"...
    Es precioso como lo cuentas,la tía Paca debe de ser una mujer encantadora,da lo que tiene y se conforma con poco...Cuando la veas felicitala de mi parte...
    En tu pueblo se conservan oficios y tareas desconocidos,claro que por aquí el invierno dura poco,excepto por el noroeste de la Región...
    Besicos Carzum.

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  5. Es posible, Jose Manuel. Me apunto la palabra y sí, procuraré coger suficiente leña... Abrazos ;-)

    Gracias Cabopá, la Tía Paca, como casi todos los personajes de "retratos", tan sólo existe en mi imaginación, pero, ciertamente, sigue viva en muchas mujeres de pueblo. Abrazos ;-)

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  6. Madame, que bonito debe de ser octubre por ahi. Resulta acogedor ver los montones de leña que arderan en invierno, cuando la gente estará bien calentita en sus hogares al amor de la lumbre.
    Aquí todo es mas soso. Octubre resulta descafeinado, jiji.

    Buenas noches

    Bisous

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  7. No te acostarás cada día sin saber una cosa más.No había oido nunca la palabra "huebra".
    Estos pueblos pequeños siguen conservando costumbres y tradiciones que nosotros "tan adelantados"y modernos como somos, si un día no tenemos luz electrica, no podemos ni comer ni calentarnos...
    Menuda provisión de leña,tiene Toño en el pilero,buen invierno va a pasar.
    Bonito relato Carzum.Y recoge tu también, que por estas tierras el invierno es muy largo y frio:)
    Un beso

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  8. Yo tampoco sabía lo que era la huebra. Me encanta la tía Paca, Carzum, ya lo sabes tú y también me gustan los mentirosos que dicen que los abandonan las musas...¡Tendrán cara dura!

    Un beso, chula

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  9. Pues sí, Madame, aquí el otoño es muy colorista y el invierno un tanto frío... pero bueno, con buena leña de roble y encina, una buena chimenea y ayudados por la calefacción, ni tan mal... Abrazos ;-)

    Hola Laura, jeje, por lo que veo o, más bien leo, la huebra debe ser una cosa típica de estas tierras, realmente yo tampoco había escuchado la palabra hasta que llegué aquí y conocí a gente como Piedad. Y sí, nosotros también procuraremos aprovisionarnos de leña como Toño. Abrazos ;-)

    Gracias Alma, ya sabes lo que dicen, antes se pilla a un mentiroso que a un cojo, jeje. Fuerte abrazo, guapa!!! ;-)

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  10. Luego decís que esto no son oasis culturales, pues de huebra no tenia idea si podía ser un trozo de cuerda.

    Gran relato y supongo que el queso de la Tía Paca será de oveja pura y dura.

    Un saludo

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  11. Había olvidado comentarte Carzum, que sólamente 15 km. más al sur de Foldada, en Alar del Rey, la HUEBRA es lo mismo que LA SUERTE. Besos

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  12. jeje, sí, José, el queso de la Tía Paca, era de los buenos, una pena que ya cada vez sea más difícil encontrarlos. Abrazos ;-)

    Hola Marce, tienes razón, ahora que lo mencionas, la palabra "suerte", creo que es bastante más habitual. Gracias por el apunte. Abrazos ;-)

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  13. Una vida dura, pero sana y natural que funciona al ritmo que impone la naturaleza y no la sociedad consumista y artificial que nos acogota.
    Bonita entrada.
    Un saludo.

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  14. Aquí se llama "tocar a concejo" para los trabajos comunales de desbroce o limpieza de fuentes y reparto de la "Suerte" para la leña, como dice Marce.
    Bonito relato, carzum. Jjejeje, ya he visto que te has traído a las musas de los pelos!
    Un abrazo

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  15. Delicioso relato Carzum.No sabía lo de la huebra. Pena de tradiciones que se pierden. Abrazo.

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  16. Sí, de vez en cuando no viene mal tomarse un respiro, Cayetano, aunque sea virtual. Abrazos ;-)

    Sí, Xibelius, por lo que veo o leo es bastante más común la palabra "suerte". Ahora que me ha encantado descubrir cómo se denomina en distintos lugares de España a estos "trabajos comunales"...
    En cuanto a las musas, de los pelos no, porque hay que tratarlas bien... digamos, que les he tocado a huebra, jeje. Abrazos ;-)

    Pues sí, una pena, Lito, sobre todo en estos casos, en los que además se trataba de fomentar la convivencia y la ayuda mutua... Abrazos ;-)

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  17. COMO ME GUSTA TU LUGAR EN EL MUNDO SEÑORA CARZUM¡¡¡
    QUE BELLAS Y SOLIDARIAS COSTUMBRES, LOS ABRAZO QUERIDOS AMIGOS

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  18. Me encanta el castellano y lo digo por lo rico que es en su vocabulario.Hoy, Carzum, me has dado una lección sobre las palabras perdidas, aquellas que se quedaron olvidadas cuando quisimos convertirnos en "urbanitas". Ir a huebra es una expresión para mi desconocida por completo, quizás porque por esta zona no se utiliza. Y a todo ello hay que sumar el encanto de las reuniones vecinales, de las convivencias en torno a la comida y a una hoguera, del trabajo en común.

    Una delicia. Enhorabuena, Carzum.

    Besitos

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  19. Que curiosa la palabra, jamás hubiera sabido el significado de ella, gracias Carzum.
    Un abrazo

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  20. Otro ignorante que te felicita Carzum.
    Un abrazo.

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  21. Gracias Abu, sí, ciertamente, no puedo quejarme. Abrazos ;-)

    Gracias Carmen, he de reconocer que a mi también me han sorprendido muy gratamente los comentarios, puesto que he descubierto otras tantas palabras para denominar a la huebra, lo cual es un lujo. Abrazos ;-)

    Jeje, hola Arena, ya ves, igual tenemos que hacer un diccionario de la Montaña Palentina. Abrazos ;-)

    Gracias Tejón, pero de ignorante, nada, yo también descubrí la palabra cuando llegué a estas tierras, pero que a ti y a Marce tampoco os suene estando tan cerquita, me lleva a pensar que es un localismo. Abrazos ;-)

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  22. Hola buenas noches:

    Gracias a todos por poder soltar alguna tontería y con gran sutileza por vuestra parte pasar desapercibida.

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  23. Hola, bellos parajes adornados de inhóspitas letras, gracias por sentirlas, pasa buen día, besos.

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  24. Gracias a ti por asomarte de nuevo, José. Abrazos ;-)

    jeje, se hace lo que se puede D. Vito. Abrazos ;-)

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  25. Cuando vivía en la aldea haciamos las "veredas" y subiamos a por la "carga de leña" que nos tocaba a cada vecino.Cosas que se van perdiendo.
    Abrazos.

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  26. Mira, otra más, vereda, me la apunto. Me han encantado los comentarios a esta entrada, en serio. Gracias, Fosi ;-)

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