Reconozco que para mí, una de las grandes ventajas de la blogosfera, es que me sirve de "ventana de desconexión". Me explico: cuando estás hart@, saturad@...- hasta la peineta, qué diría una amiga- de escribir noticias, artículos, reportajes... con un estilo informativo o literario, más o menos cuidado, y sobre temas muy muy concretos, de vez en cuando, te apetece contar lo que sientes, lo que ves, o lo que oyes, sin rodeos ni medias tintas, con un lenguaje más cercano al oral que al escrito... Eso es lo que hago, o intento hacer, más bien, en el blog.
Si unimos lo anterior a mi afición por "echarme al monte", no como las cabras, sino cámara en ristre... la cosa empieza a adquirir cierto grado de peligrosidad... Sí, amigos, en el monte, con tiempo y una cámara en la mano soy altamente peligrosa, ¿por qué? Porque me detengo a fotografiar todo tipo de detalles y nimiedades: hojas, bichos, escaramujos... que, en un determinado momento, captan mi atención y me llevan a reflexiones absurdas, que luego, además, me empeño en compartir con vosotr@s, pobres sufridores!!!, vía blog.
Así, en uno de mis últimos paseos, entre escaramujos, ocres y hojarasca... fotografiando abstractos, me vino a la mente de repente la conocida frase, que, sin duda, habréis oido o pronunciado alguna vez de: "es más fe@ que un cardo borriquero!!!". Y no puede evitar preguntarme internamente...- aún no he llegado al extremo de hablar yo sola en mitad del monte..., todo se andará-, ¿quién narices inventó la frase?? ¿quién fue el lumbreras que tuvo la brillante ocurrencia??
Os confieso que me entró tal desazón, que hasta he llegado a consultar sin éxito a San Google, -patrón de los desesperados y de aquellos que, como yo, se hacen preguntas un tanto peregrinas-, por ver si averiguaba el origen de la citada y usada expresión... Ni por esas, ni siquiera San Google tenía una respuesta...
Lo que sí me quedó claro después de ver unas cuantas fotografías, -de esas que todos compartimos en red-, es que el padre de la comparación no había visto un cardo en su vida... o eso o que, como bien señala otro dicho popular, "para gustos se hiciero los colores". Teniendo en cuenta y respetando este último apunte, me he propuesto con esta entrada reivindicar la belleza del cardo.
Yo le he pillado despeinado, desmochado, trasnochado y sin maquillar y aún así, en pleno otoño, exento de flores y de color, me sigue pareciendo hermoso. Sencillo, pero hermoso. Así pues, amigos, personalmente, me comprometo a no utlilizar jamás la expresión. Es más, me sentiré alagada e incluso honrada, si algún ex novio despechado, amigo enfadado o jefe renegado, al acordarse de mi, me compara con un cardo borriquero... y es que, siguiendo la tónica general del post, "quien no se consuela es porque no quiere" o porque no le dejan... -añado y concluyo-.