viernes, 26 de marzo de 2010

Desventajas de la vida en un pueblo de montaña: la TDT

Sí amigos, llevo tiempo pensando publicar este post, pero... hasta ahora me ha sido imposible. Os cuento: hace unos días, leía en el Norte de Castilla, edición Palencia, un curioso artículo "Antenas parabólicas hasta en la cama". Ni que decir tiene que ya el título captó inmediatamente mi atención, ¿por qué? porque me era muy muy familiar.

La historia, que hace referencia al calvario por el que están pasando varios pueblos de La Pernía para poder ver la TDT, me recordó inmediatamente mis primeros días en Foldada. Cuando comenzamos a vivir en nuestra recién adquirida casa nos informaron de que en el pueblo no se veía la televisión -por aquel entonces aún no hablábamos ni siquiera de TDT-. Los vecinos nos explicaron que se debía a que estamos rodeados de montañas... 

Bueno, en principio, no nos importó demasiado, la verdad, puesto que tal y como está últimamente la parrilla televisiva... básicamente vemos películas y, por suerte, el dvd, sí funcionaba. 

Ahora bien, al cabo de unos meses, empezó a fastidiarme la idea de no poder elegir. Sí, no poder elegir ni siquiera si enciendo o no la tele o si veo tal o cuál programa... ¿Qué hacer para acabar con esa agitación interna? De nuevo recurrí a mis escasos vecinos. Sabía que, pese a todo, ellos sí veían la tele en sus casas, así que les pregunté cómo lo habían conseguido. La respuesta fue clara y para mí demoledora: "Muy sencillo, pagando e instalando el Plus"

Reconozco que me sentó a cuerno quemado el tener que pagar por ver la tele... Pero no me quedó más remedio. Era la única forma de recuperar mi capacidad de decisión con respecto al mando a distancia. Comprenderéis, por lo tanto, que entiendo perfectamente cómo se sienten los vecinos de La Pernía.

Moraleja: En los pueblos de montaña, muchas veces, para poder elegir, es necesario pagar... Triste, pero cierto.

lunes, 15 de marzo de 2010

Entre hojas

Apenas era un incipiente brote, una yema en el tronco del viejo roble... cuando por primera vez sintió la caricia del viento y escuchó un leve murmullo, el bisbiseo aún ininteligible de sus compañeras de árbol...
"Mira, es la nueva" "¡Qué verde tan intenso!""¿Podrá oírnos ya?".

Estiró su tallo con el calorcito del sol en primavera. Poco a poco, se fue desperezando, abriéndose al mundo y lentamente, sin saber cómo, empezó a percibir sonidos. Podía escuchar el cuchicheo de sus compañeras. Es más, no sabía cómo, pero entendía los comentarios de sus vecinas, las hojas situadas dos ramas más arriba... "No temas, no te caerás. Estás bien sujeta al tronco".  

Sí, ciertamente, había experimentado la sensación de vértigo. Por suerte, con el tiempo se fue mitigando, hasta desaparecer por completo. Sólo así consiguió disfrutar plenamente. Vencido el miedo, empezó a relacionarse con los pobladores del roble.

Un día cualquiera, muy de mañana, algó le sobresaltó. El tronco estaba vibrando y escuchaba un extraño picoteo. Un tac,tac,tac rítmico. Girándose un poco pudo ver a un pequeño pájaro, golpeando el tronco con su pico. "Eh, ¿te has vuelto loco?", le gritó, "vas a acabar por romperte el pico". El pájaro no le escuchaba, pero el tronco sí, "no te preocupes, no se romperá nada, es un carpintero, está haciendo su nido"

Sobrevivió al estío con un color mucho más intenso y  salvó la batalla contra la plaga de orugas, con tan sólo un pequeño mordisco... gracias, en gran medida, a la colaboración de "carpintero", que vió en los insectos  un exquisito manjar para incorporar a su dieta.


En otoño su piel mudó del verde intenso al cobre, debido a la falta de lluvia y al sol. Hubo de despedirse de muchas de sus compañeras, pero ella permaneció aferrada al tronco. Había oído hablar de la nieve y ansiaba saber qué era.

Al límite de sus fuerzas, con el mes de noviembre, llegó la primera gran nevada. El bosque amaneció completamente blanco, inmaculado. Los sonidos se intensificaron y de vez en cuando se escuchaba el golpe seco e inconfundible de la nieve al desprenderse de las ramas.

Había llegado el momento, su ciclo se había completado, dejó de asir el tronco y se abandonó, una vez más, a la caricia del viento. Suavente, en un leve zig zag juguetón, fue cayendo, hasta apoyarse en el colchón de nieve. Notó el frío y la humedad intensa y se abandonó a aquella sensación.

De pronto, se percató de que algo agarraba su tallo. Sorprendida, vio que era un ser humano. "¿De qué le servirá una hoja casi inerte?", pensó. Nunca llegó a saber la respuesta, pero su vida, acabó como empezó, entre hojas, las de un libro, El Camino.


FIN (jeje, espero que no os haya decepcionado el final, anda que no me ha costado... y, sí, siguen faltando las ilustraciones.)

Misterio resuelto y dos teorías

He aquí el coleccionista de alfombras, sí, es él, mi perro, Chico. Acaba incorporando a su caseta todos y cada uno de los felpudos que colocamos en la puerta. Tengo dos teorías sobre los motivos que le llevan a hacerlo:
1. Está intentando redecorar su caseta.
2. Las utiliza para "truequear" con otros perros del vecindario e intercambiarlas por huesos, albóndigas, sobras de comida...

P.S: Aunque no os lo creáis en Foldada el número de perros, casi iguala al de vecinos (10/13)

viernes, 12 de marzo de 2010

El coleccionista de alfombras...

Sí, amigos, sí, muy pronto os desvelaré quién es este curioso personaje, cuyo hábitat natural es el jardín de mi casa. Os aseguro que existe y que "atropa" con todas las alfombras o felpudos que colocamos en la puerta de entrada...

Nota: Atropar- Según el DRAE. Juntar, reunir, especialmente la mies que se recoge en gavillas o el heno que antes se ha esparcido para que se seque / Aquí en Foldada el verbo se utiliza mucho, aunque no referido a la mies, sino más bien, a "coger cosas de forma desordenada"

miércoles, 10 de marzo de 2010

Hasta en la wiki


Jeje, sí me río, lo reconozco, porque acabo de descubrir que incluso hasta estamos presentes en la wiki, ahí es nada. Y yo que pensé que iba a incluir Foldada en la red de redes. Nada... está todo inventado, qué le vamos a hacer... Bueno, primer ejercicio cumplido, creación de un enlace, en este caso a la wiki.
El segundo, es la foto que estáis viendo a la izquierda que, por cierto, he robado de la página web de mis amigos/compañeros de Románico Norte, espero que no se mosqueen... Aprovecho también para decir, que la foto que aparece en la cabecera del blog me la dejó muy amablemente esta misma mañana mi buen amigo Pedro Luis Huerta. Es lo que tiene vivir rodeada de historiadores... Otra cosa no, pero fotos de iglesias y detalles románicos...
He aquí un ejemplo extraído de youtube, vale, sí, lo intenté con canalpatrimonio, pero no hubo manera... En el minuto 1.53 aparece una imagen de Foldada.

¿Foldadablog?



Sí, quizá muchos se pregunten por qué abrir un blog sobre un pequeño pueblo del Norte de Palencia. Tan, tan pequeñito, que a diario solo vivimos 13 personas. La respuesta es ¿y por qué no? Puede que seamos pocos, que no haya grandes actividades en el pueblo, que nuestra media de edad sea extremadamente alta, pero, pese a todo, también nos merecemos un lugar en la red de redes.


Y, además, es muy posible que muchas personas de otros pequeños puntos de España o de cualquier otro lugar se sientan identificadas con lo que aquí cuente y escriba o, más bien, contemos y escribamos...
Al menos, eso espero...

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