He aquí el coleccionista de alfombras, sí, es él, mi perro, Chico. Acaba incorporando a su caseta todos y cada uno de los felpudos que colocamos en la puerta. Tengo dos teorías sobre los motivos que le llevan a hacerlo:
1. Está intentando redecorar su caseta.
2. Las utiliza para "truequear" con otros perros del vecindario e intercambiarlas por huesos, albóndigas, sobras de comida...
P.S: Aunque no os lo creáis en Foldada el número de perros, casi iguala al de vecinos (10/13)
Puede que Chico quiera cambiar las alfombras por comida, pero es seguro que no conozco perro dispuesto a ceder nutrición a cambio de comodidad.
ResponderEliminarTeoría número 2 descartada. Añado la número 3: Chico, no entendiendo las para él absurdas costumbres humanas, no alcanza a comprender como Carmen y Carlos pisotean y ensucian un bien tan preciado como es una cama, perruna, pero una cama. Porque a sus ojos seguro que no es necesario limpiarse los pies antes de entrar a ningún sitio. Indignado y absorto decide intentar frenar el ataque humano a la propiedad animal escondiendo el felpudo en su domicilio.
jeje, plenamente de acuerdo, Edu. Muchas gracias por pasarte.
ResponderEliminarVale, desarrollo la teoría 3 en la teoría nº 4. Chico se ha vuelto fenicio. Ha decidido que, si quiere prosperar en el escalafón perruno de Foldada, tiene que ser desde la iniciativa privada. ¡Está montando una tienda de camas caninas a vuestra costa! ¡Se ha vuelto empresario! El día que aparezca de la pata de una bella pastora alemana, es que hará ostentación de su nueva posición social, y esto no habrá quien lo pare. ¡Chico es un capitalista en potencia!
ResponderEliminarMuy buena teoría, Jose, la anoto también. Por cierto, gracias por pasarte, besotes y a ver si es posible vernos pronto.
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