Siempre me ha llamado la atención la textura de objetos y de seres; sobre todo, en el sentido que le da a la palabra el DRAE en su tercera acepción "estructura, disposición de las partes de un cuerpo". Añadiría algo más, sensación que éstas provocan al rozarlas, al tocarlas, al sobarlas, verbo éste, quizá más obsceno, pero también más gráfico.
Hoy me fijo, me detengo en la textura de la madera. Me impresiona la rugosidad de la corteza, curtida por el paso del tiempo, fuerte, áspera, dura, para proteger el tronco. Me conmueve palpar después la madera tersa y pulida, la piel del árbol despellejado, demasiado viejo o demasiado joven aún. Me estimula, la sensación de frescura, de humedad, al tocar los helechos o el musgo, que a veces, se adhiere a la corteza...
La palabra misma TEXTURA, es muy sonora, tiene mucha personalidad, creo que si algún día abro o pongo en marcha alguna iniciativa privada, voy a llamarlo TEXTURAS.
ResponderEliminarGracias Marce, no me parece mala idea lo de la marca, mira...;-)
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