Ayer me pasé todo el día en Madrid, no es que tenga nada en contra de la gran ciudad. Pero, comprenderéis que viviendo en un pueblo de 13 habitantes, me resulta un tanto agobiante. Así pues, hoy, ya en Foldada, tenía unas ganas inmensas de salir al monte, al campo, a pasear, a disfrutar del silencio, de la tranquilidad, a oír tan sólo el canto de los pájaros, el viento, el agua, las hojas... Para mí es una auténtica terapia y me es muy muy necesaria.
He elegido una de mis rutas favoritas y he decidido traerla al blog, para que también vosotros podáis disfrutarla: el camino que conduce a Vallespinoso, el pueblo de al lado. Ésta es además una de las mejores épocas para recorrerlo, porque está cargado de color, de sonidos, de olores... es lo que tiene la primavera, supongo.
Os aseguro que me ha resultado complicado hasta elegir las imágenes - la mayoría, para no variar, son fotos de Carlos- porque son todas fantásticas. Os diré que la ruta es muy sencilla, calculo que serán aproximadamente 3 kilómetros por un camino forestal, que se halla en perfectas condiciones.
El recorrido comienza a los pies de la iglesia de Foldada y cuando hayáis avanzados apenas unos metros os recomiendo que os giréis un momento y disfrutéis de la vista porque, sobre todo al caer la tarde, es absolutamente mágica.
Poco a poco, vamos dejando el pueblo atrás y nos metemos de lleno en el camino, a la derecha el monte, con los robles en plena efervescencia, y a la izquierda los campos de cereal, que ya empiezan a semejarse a inmensos mares de olas verdes. Con este panorama es extremadamente complicado no evadirse, no dejar atrás los problemas, no integrarse de lleno en la naturaleza.
Los espinos cuajados de flores, las plantas aromáticas, la madre selva, las campanillas, jalonan el bosque y las cunetas, llenando el camino de colores blanco, amarillo, violeta, rojo, verde... es una auténtica explosión.
La banda sonora la ponen los carboneros, carpinteros, el cuco, los jilgueros y otros tantos pájaros cuyos nombres desconozco y cuyo trino soy incapaz de distinguir... Es frecuente también ver a las cigüeñas picotear los sembrados o sobrevolar los campos y, últimamente, también son bastante habituales en el camino las águilas y los buitres.
Si realizáis la ruta al caer la tarde o al amanecer es probable que veáis algún corzo e incluso, os aseguro que esto es cierto, al lobo. Estos eso sí, son más difíciles de fotografiar, más huidizos, al menos para mí, de ahí que no tenga ninguna foto para mostraros. Sí os dejo unas cuantas del monte, de los robles y las flores.
Ah, y lo mejor de todo, al final del camino, como de costumbre, nos espera una sorpresa. Yo, he de reconocer, que no suelo completar el recorrido, porque siempre lo hago acompañada de Chico, y adentrarme en las calles de Vallespinoso, sería exponerlo a las peleas con otros perros.
Pero si hacéis el camino por primera vez, tenéis que llegar hasta Vallespinoso, hasta el final del pueblo porque allí sobre una loma podréis contemplar la ermita de Santa Cecilia, uno de los más hermosos ejemplos del románico palentino. Ésta última foto, la tomo prestada de mis compañeros de Románico Norte. Espero que hayáis disfrutado del recorrido ;-)
Donde estén los pueblos entrañables y acogedores digo como Paco martinez soria "la ciudad no es pa mi", cada vez lo tengo mas claro. El paseo precioso y las fotos como dicen en mi tierra.. de categoria!!.
ResponderEliminarUn abrazo Carzum y buenas noches
Pues muchas gracias, Carzum. Son las dos de la mañana y acabo de dar un paseo precioso a media tarde. Las ventajas del cibermundo que ahora huele a tomillo y a jara. Me encantan las fotos. Besos, guapa.
ResponderEliminarJeje, plenamente de acuerdo Arena, me alegro de que te haya gustado el paseo. Abrazos ;-)
ResponderEliminarSí, Alma, es lo que tiene la blogosfera, espero que hayas disfrutado del paseo y que te hayas ido a descansar con la sensación de paz y tranquilidad, que me transmite a mi cada vez que lo recorro. Abrazos ;-)
Hace mucho que no hago esa ruta, me acabas de dar una envidia terrible y teniéndola tan a mano no voy a tardar en recorrerla.Un abrazo
ResponderEliminarPreciosas fotos,seguro que el paseo te quito el estres de la capital...y te limpio los pulmones,jajaja.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, Marce, anímate, porque, como bien sabes, merece la pena. Además, si te acercas ya sabes que estás invitado a merendar, cenar o lo que se tercie ;-)
ResponderEliminarLo del estres, seguro Fosi, lo de los pulmones, bueno... más limpios sí, pero para tenerlos puros tendría que dejar de fumar... es mi único vicio y es muy muy malo ;-)
Hermoso camino: como bien dices, lo que se necesita después de la visita a la ciudad. Sí, lo difícil es no evadirse.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Xibelius, me alegro de que te haya gustado, para mí, como os digo es absolutamente necesario, sobre todo después de un viaje a la capi o de una reunión de trabajo... bueno ya me entiendes.;-)
ResponderEliminarMadame, no sabía que su pueblo tuviera tan poquitos habitantes!
ResponderEliminarQue preciosidad de imagenes. La primera es maravillosa, pero las del monte con los robles tambien. Como no va a estar enamorada de ese lugar!
Feliz dia
Bisous
Gracias Madame, sí, somos poquitos, pero por suerte muy bien avenidos, que al final es lo que cuenta. Abrazos ;-)
ResponderEliminarNo tengo esos magníficos y entrañables pueblos los cuale son un verdadero remanso de paz y tranquilidad
ResponderEliminarLo que si tengo es un mar sin marejada ni agitación ,sólo con apacibles olas y muy azuladas son.
Contemplando esa paz que la naturaleza del mar me da, no dejo que el fuerte sol el cual trata de mis sentimientos y pensamientos achicharrar lo pueda conseguir.
Me cachis no haber tenido la oportunidad de darte un paseo por el barrio de las letra donde grandes escritores tienen plasmadas y en el suelo escrituradas sus grandes creaciones literarias.
Seguro que te habrías sentido feliz de poder leer todo lo que se dice allí
Jeje, gracias José, bueno no tienes pueblos, pero el mar ha de ser también una auténtica gozada. En cuanto a lo del paseo o barrio de las letras, lo conozco o creo saber a qué te refieres y sí cuando lo vi por primera vez, me sorprendió gratamente.
ResponderEliminarAY, NIÑA COMO ENVIDIO TU VIDA¡¡¡
ResponderEliminarQUE SUERTE TIENES CARZUM DE VIVIR EN EL PARAÍSO.
QUE BELLAS FOTOS...
DEJO MI ABRAZO PARA TI Y LA CIGÜEÑA
Gracias Abuela, sí, ciertamente es un paraíso. Como siempre, le traslado su abrazo a mi vecina ;-)
ResponderEliminarAlgún día ese paseo será recorrido por una multitud.
ResponderEliminarMuy bonitas las fotos y el texto.
Un abrazo.
Jeje, bueno, bueno, tanto como una multitud, tampoco queremos masificarlo, perdería su encanto. Pero si te refieres a los participantes en el encuentro de ciber blogeros de pueblo, pues mira, es una posibilidad. Gracias Tejón. Abrazos ;-)
ResponderEliminar